En su inicio vemos a un matrimonio feliz, aunque esta es solo una cara de la relación de la pareja, que está formada por Nicole (Scarlett Johansson) y Charlie (Adam Driver). 

En voz en off Charlie cuenta lo que le encanta de Nicole y qué hizo que él se enamorara de ella, cargado de emociones y detalles simples que nos hace atraparnos más en la historia. Luego llega el turno de Nicole, quien cuenta también qué hizo que ella se enamorara de Charlie y lo que le encanta de él.  

Pero de repente nuestro corazón queda destrozado en un instante, cuando vemos que ambos están hablando de ello en una sesión de terapia de pareja y es un ejercicio psicológico de su terapeuta para tratar de unirlos de nuevo.

Como lo dice el nombre del filme es la “Historia de un Matrimonio”, Noah Baumbach retrata y describe esta historia desde el lado más doloroso de la pareja y no lo hace de forma cronológica sino más bien cómo fue el proceso y qué llevó a la disolución de este matrimonio. 

Tras años juntos y con un hijo, deciden divorciarse. Todo esto a la vez que sus vidas personales y laborales están mezcladas entre sí. Porque Nicole una actriz famosa durante su juventud deja de actuar en películas para ser la actriz principal de todos los proyectos de teatro de Charlie y como esto repercute en sus sentimientos hacia él.

Una película que enseña que el amor no deja de existir nunca en estos casos, sino que se transforma y toma otra tonalidad con respecto a la otra persona. 

Además, retrata el lado más oscuro de los abogados de divorcios y nos demuestra una gran actuación cargada de drama, dolor y llanto por parte de ambos actores. Aunque para muchos este filme no contraste la realidad, la mayoría afirma que es digno de premios.

Esta película de Netflix no paró de sonar como favorita para el Premio de la Academia desde su estreno en el Festival de Venecia en septiembre del 2019.

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