Es sorprendente como las personas tienen fe en algo que apenas conocen y comprenden. Vino la casera y me dijo que debía irme; ¿por qué?, pregunté sorprendido y ella, con la vista en Marte, respondió: hice una lectura de su aura, sus chakras son negativos. Debe marcharse.

¿Es por la fiesta de ayer? Es su decoración, soltó envuelta en escalofríos. Mire, comenzó a decir, la pintura con el puerco, el ojo de los iluminati colgado allá y ese gato negro que trajo, ¡y todos estos cuarzos!

            No comprendí hasta pasados unos meses mientras revisaba un libro de símbolos ocultistas. Mi “gato negro” en realidad es de un café profundísimo y se llama Querubín, el libro decía que los gatos negros son guerreros energéticos malignos. La pintura con el cerdo fue un regalo y no se trata de un cerdo sino de un perro atropellado, el libro muestra grabados de fiestas dionisiacas en las que los participantes se vestían de marranos.

Decoración y chakras
Chakras y decoración?


 Los cuarzos son herencia de un tío que soñó con ser busca tesoros y sólo encontró una esposa loca como él, el libro decía que el cuarzo tiene propiedades esotéricas, se podía encantar de mala magia a un pueblo entero. El “ojo de los iluminati” sólo es el dibujo que un niño dejó en una banca.

            Ahora en cada casa que rento procuro tener una decoración sobria y apagada, no voy por los pasillos con mi sombrero de fin de año, alguien más puede creer que soy un hechicero.